Qué es la educación financiera y por qué es importante
La población y los negocios de México no usan productos o servicios financieros como: pagos con tarjeta, seguros o créditos. De acuerdo al documento de Política Nacional de Inclusión Financiera es porque las personas no le encuentran valor a este tipo de productos.
Claro, transmitir por qué este tipo de servicios son pertinentes es algo que las instituciones correspondientes tienen que aprender a comunicar, pero también es un tema que tiene que ver con la educación financiera.
Por ello, a lo largo de este texto veremos qué es educación financiera, cómo podría beneficiar a las personas y negocios, cómo estamos en esos términos a nivel país y qué herramientas son importantes que implementes en tu vida y tu empresa.
¡COMENCEMOS!
En muchas familias hablar de dinero dispone un ambiente tenso en una conversación. Algunas personas dicen que es de mal gusto, otras se ponen ansiosas y evaden el tema. Sin embargo, al no tener conversaciones respecto al dinero y cómo se maneja, la estabilidad económica de la gente puede resultar afectada pues crecen y se desenvuelven en actividades económicas sin buenos hábitos financieros.
Hablar del dinero promueve una buena educación financiera y al tenerla esto le ayuda a las personas a: tener un control de gastos, usar productos financieros como tarjetas de crédito para facilitar la adquisición de bienes materiales (sin pagar intereses), generar o cuidar un patrimonio e incluso expandir un negocio a través de un préstamo.
Es decir, la educación es relevante en la vida de las personas porque ésta se traduce en salud financiera.
¿Qué es la salud financiera?
Para definir un estado de salud financiera se deben tener indicadores estándar para decir que alguien tiene finanzas saludables.
Por ejemplo, podría decirse que alguien tiene finanzas saludables porque lleva un control de sus gastos del día al día, pero si ese alguien tiene un gasto imprevisto que lo desbalancea, eso significa que aún hay espacio para fortalecer esas finanzas.
Así que la salud financiera, es más que el balance que se pueda generar, sino que también debe contemplarse la protección e incluso, como veremos más adelante, la movilidad económica. De hecho, para que todo quede más claro encontramos que algunos estudios que miden la salud financiera en distintas comunidades normalmente usan 4 elementos que desglosaremos a continuación:
- Manejo de las finanzas diarias: se entiende cuando una persona es capaz de planear de manera efectiva los recursos/ingresos para pagar las cuentas a tiempo, de tal manera que pueda mantener un balance entre ganancias y gastos. Los negocios pueden saber si cuentan con este elemento al preguntarse: ¿realizas una planificación de cómo gastar el dinero disponible?, ¿puedes pagar en su totalidad todos los gastos dentro de un ciclo de ingresos?
- Resiliencia: Se trata de la capacidad que existe tanto en los individuos como en las organizaciones de estar preparados para una crisis o un evento inesperado. Esto quiere decir si tu negocio cuenta con herramientas diversas de protección como el ahorro, fondeos, un seguro e incluso un crédito para hacerle frente a un choque financiero.
- Seguridad en el futuro financiero: Este elemento tiene que ver con llevar a cabo metas de largo plazo. Por ejemplo, en el caso de las personas es cuando pueden poner objetivos para comprar una casa o ahorrar para el retiro; mientras tanto en los negocios es cuando se pueden aprovechar oportunidades o generar reservas de dinero para la protección o expansión del negocio a través de distintos productos financieros.
- Control: Este último elemento se define a través de la percepción, o qué tan capaz se siente una persona para influir en sus finanzas en el momento y hacia el futuro.
En resumen, podría decirse que el objetivo de la educación financiera es que conozcas los conceptos básicos para usar productos que te ayuden a tener control, manejo diario del dinero adecuado, resiliencia y puedas cumplir tus planes financieros a futuro.
O sea, el objetivo de la educación financiera no es que sepas usar productos financieros y listo. El chiste es que lo uses para generar estabilidad y movilidad financiera.
Un muy buen ejemplo de esto es Estados Unidos, pues de acuerdo a un estudio que realizó el Centro de Innovación de Servicios Financieros, encontró que el 90% de la población tiene finanzas saludables pero uno de cada tres hogares reporta quedarse sin dinero antes de finalizar el mes y más del 40% tiene dificultades para mantenerse al día con sus pagos.