Los salones de uñas, más allá de ser un lugar donde cuidar y embellecer nuestras manos y pies, es, sin lugar a dudas, un lugar donde relajarse y disfrutar de un momento para nosotros mismos. Es, también, el lugar perfecto para estrechar lazos de confianza y complicidad con los clientes.

La cercanía que requieren estos tratamientos y el mimo que pone el personal en cada uno de ellos, requiere de un ambiente lleno de armonía, que acompañe y refuerce estas sensaciones en el cliente. Para crearlo, deberás trabajar la distribución del espacio, la decoración, la iluminación, la música e incluso, las fragancias. Cuando se trata de hacer cómodo y relajado al cliente, todo detalle es importante. 

¡Comenzamos!

1. Los colores: Un salón de uñas debe dar siempre sensación de limpieza, comodidad y calidez. Nosotros te recomendamos jugar con tonos pastel, combinados con blanco y gris. Al tratarse, habitualmente, de locales pequeños, los colores claros te ayudarán a aumentar la sensación de amplitud y luminosidad. Además, quedarán más limpios y suaves, y sin duda, quedarán perfectos, combinados con mobiliario en cristal, madera clara y metales.

2. Crea varios ambientes en el mismo salón. Esto te ayudará a delimitar las estancias y a dar un aire más acogedor e íntimo. Por ejemplo, para diseñar la distribución del salón, evita las paredes y apuesta por separadores, que si bien dividan los espacios, dejen pasar la luz y no queden pesados. Una manera de hacerlo es usar estanterías de doble cara, biombos y paneles calados o de cristal. 

3. Tener espacio de almacenamiento es vital para mantener el orden. Otra de las ideas clave para decorar un salón de uñas es apostar por muebles bonitos, que cumplan más de una función. Por ejemplo, a parte de los armarios y estanterías empotradas, podrás usar baldas a distintos niveles y estanterías, que además de ayudarte a almacenar y a exponer tus productos, te separen la zona de manicura y la de pedicura, y además te ayuden a diseñar tu escaparate. Así con todo ordenado, no habrá lugar para los rincones olvidados o los materiales fuera de lugar.

Otra de las claves básicas para el orden son las mesas o nail bar con cajones, así como los sillones de pedicura, con un cajón extraíble para guardar materiales e instrumental.

5. Para decorar las paredes de tu salón de uñas, utiliza cuadros o láminas bonitas con motivos, que inspirados en los esmaltes, en la belleza y en la decoración de las uñas. No hace falta que uses muchos, pero sí que cuides de las proporciones y de la simetría de tus composiciones. Si quieres personalizarlos, te recomendamos que en cada diseño, utilices tu logo y tus colores, y los uses para reforzar tu identidad corporativa. También puedes usar estas láminas para publicar tu lista de precios y resaltar tus novedades y promociones vigentes.

6. No descuides la iluminación de tu salón de uñas. La luz natural que te entra por los ventanales y escaparate es genial, pero no siempre y a todas horas es suficiente. La belleza de uñas es una de las tareas que mayor precisión y detalle requieren, así que, sin duda, necesitas una buena luz. 

Esto sólo lo podrás conseguir, reforzando la luz natural con focos o tiras LED de luz blanca y por supuesto, con lámparas de mesa con luz focal y brazo dirigible. La iluminación debe equilibrar la sensación de calidez que deseas aportar a tus clientes (con cuadros, espejos y cristales retroiluminados, e incluso, con lámparas de intensidad regulable, por ejemplo) y la necesidad de una fuente de luz adecuada para el trabajo.

7. No te olvides de usar plantas y flores. Si temes que si son naturales se estropeen, apuesta por plantas preservadas y por flores de tela encerada de calidad para que no parezcan artificiales y baratas. Encarga a tu florista de confianza algunos arreglos para tu recepción o para un rincón de la sala de espera y ¡verás lo que ganas en belleza y naturalidad!

8. Los complementos decorativos, ¡qué importantes! (y que peligrosos si se usan en exceso). Para crear una propuesta llena de armonía, elegancia y buen gusto, escoge un par de motivos decorativos (metales cobrizos, estampados o colores) y trabaja sobre ellos. Repítelos para crear una coherencia y linealidad en cada ambiente. Puedes aplicarlos en los cuadros, en el papel de pared, en los muebles, en las lámparas y en la propia decoración. No hace falta que todo el salón sea igual, pero sí que comparta una misma estética.

9. Los olores también crean ambiente. El olor más recurrente y habitual en un salón de uñas es el de los esmaltes, pegamentos y disolventes. Por eso, la fragancia que escojas para tus velas y aceites aromáticos deben atraparlos o matizarlos, aportando un olor suave y agradable. Huye de las fragancias fuertes o dulces, porque sino obtendrás el efecto contrario.

10. La música relaja el oído y la mente. Escoge una música suave, moderna y melódica para que suene de fondo y ambiente el local. No utilices música de un estilo muy definido, que pueda disgustar a la clientela o hacerla sentir incómoda. Alterna estilos y ¡triunfarás! La música debe estar siempre al fondo, no tener un papel protagonista. Debes poder escuchar perfectamente al cliente aunque habléis en voz baja.